16 de septiembre de 2007

Osito viajero ha encontrado una amiga

Dicen que hay un osito viajero que esta haciendo un viaje muy parecido al mío. ¡Asombrado estoy! Muchos saben de él y se está haciendo muy conocido a estas alturas.

Parece que ha encontrado un amigo anaranjado:

Y lo más curioso... ¡también se ha echado una amiga!

Cuidado osito. Tú eres autentico pero ella es "made in China", puede que sea un fake. Además es asiática, asegúrate que es osita de verdad, entre otras cosas.

Beijing. Templo Lama y Confucio

En uno de estos días en los que he estado solo decidí visitar el templo Lama y de Confucio, que están juntos. Fui andando, atravesando callejuelas realmente interesantes llenas de pequeñas tiendas de no más de tres pasos cada una, con pequeños negocios con gran actividad: restaurantes, reparadores de tecnologías, gente cocinando en la acera, jugando al ajedrez chino, etc. No vi ningún no asiático durante todo ese tiempo. Sin embargo al llegar a los templos no había mas que autobuses que no dejaban de parir rebaños de turistas europeos, que enseguida hacían cola para entrar. Lamentable.

La entrada cuesta 2,5 euros y visto el panorama, decidí no entrar, de hecho apenas saqué una foto a los templos. ¿Cómo es posible que esta gente venga a China y no vea las cosas auténticas del país y sin embargo gaste su tiempo escuchando a un guía que les dice quién y cuándo fue construído el altar, bla, bla, bla??? Me di la vuelta y continué viendo mas callejuelas.

Aún siguen en pie los hutongs, aunque cada vez menos. El lugar donde duermo esta situado en unos de ellos. Aunque no es de los antiguos sigue siendo muy auténtico. La calle me encanta, ya he pasado mil veces por ella y no me canso: siempre la familia de la lavandería, al lado un grupo jugando a las cartas y un anciano chino con cejas enormes jugando al ajedrez chino. Debe ganar siempre porque nadie le levanta de la silla. Las chinitas de los restaurantes que frecuento me saludan al pasar y el hombre de un estanco me llama "my friend!" cuando me ve porque un día le compré unos chicles.
Y es que así a lo tonto ya llevo 16 dias en Beijing, y muy a gusto.

Ups... no puedo parar de comprar corbatas

Ya no compro una corbata más. Éstas son las últimas de verdad, de verdad, de verdad.

Un euro cada una, y sin regatear duro esta vez.

Caí: volví de nuevo al mercado de la seda

No me pude resistir e hice una segunda visita al mercado de la seda. Éste fue el resultado:

Sí, compre un ábaco finalmente.

El sitio en la mochila se me acabó hace tiempo. Enviaré, o al menos lo intentaré, un paquete a casa. Pregunté en la oficina de correos pero, como siempre, la respuesta es difusa y poco fiable. Pregunté cuánto tardaría y me dijeron que dos semanas. Volví a preguntarlo y me respondieron dos meses. Además no se pueden enviar DVDs y tengo que ir a China Post. Allí fui, aunque también vi por casualidad la calle de detrás... ejem.

¿Llegará entero? ¿Llegará al menos?

Cosas de chinos. Parte I

De todos son conocidos los "inventos chinos". Por todos lados a uno le sorprenden pequeños ingenios bastante ingeniosos, todo hay que decirlo.

La máquina que corta y sella una bolsa, ¡incluso si está llena de agua!

La cerilla que tiene múltiples usos. La cosa gelatinosa en forma esférica que se lanza contra el suelo, se espachurra hasta quedarse plana y después recupera al instante la forma esférica. O el disco volador, que Josan compró y nunca probó. Me lo dejó de regalo, ya que tiene un imán del tamaño de una paellera que hubiera hecho trizas su portátil, de hecho se queda pegado sin caerse al lado del armario metálico que hay en la habitación, con caja y todo. Josan, ¡la otra noche conseguí hacerlo volar! No veas lo que me costó, resulta que hay que ajustar el peso a nivel de gramos e ir probando la inclinación del imán. No me acosté hasta que no lo conseguí, aquí una prueba del "magic ufo" (el diseño de la caja es genial):

Los chinos hacen lo que sea por vender. En el mercado de la seda uno tiene que sortear a las chinitas, todas chicas y jóvenes y de este tamaño.

También comen cosas raras. Véanse los araclanes y caballitos de mar junto a este sorprendido/adormilado tendero.

También es muy habitual en China ver gente leyendo el periódico, por supuesto controlado por el partido comunista. No existe libertad de prensa y sólo se lee lo que se debe leer: cosas correctas y de bien...

China. Billetes de tren para Xi'an

Viajar en tren es una maravilla. Quizás sólo superado por el globo, aunque no suele haber oferta.

Como ya le hemos cogido el gustillo en tren, nos moveremos así por China. Aunque las distancias son tremendas no son nada comparadas con las de Siberia. Para Xi'an hay cuatro categorías, a saber: cama blanda, cama dura, asiento blando y asiento duro. Solo queda asiento duro (recuerda que siempre puede ser peor, podría llover). La verdad que asusta un poco. El hombre francés con el que compartimos habitación acaba de llegar a Beijing tras haber pasado por el asiento duro y nos alerto que es un infierno, son asientos contiguos como los trenes antiguos y reza para que te toque gente "normal". Bueno, son unas 12 horas y tenemos energías. Precio: unos 15 eurines al cambio.

¡Rumbo a Xi'an en dos días!

Llegada de Angel

Tras unos cuantos días solo en Beijing, aunque realmente he conocido gente de aquí y de allá, ha llegado mi nuevo compañero de viaje, Ángel de Madrid. Llegó de madrugada tras haber cogido un tren en clase platskarny desde Novosibirsk hasta Irkutsk, como un campeón. Desde Irkutsk un vuelo directo hasta Beijing.

Viene acompañado de Kleber, un viajero brasileño con el que coincidió en el aeropuerto y que nos acompañara los próximos días y que nos cuenta cosas de su país, cosas que por suerte nunca hemos experimentado, pero que podrían ocurrir en Europa en cualquier momento, como inflaciones del 80% que hacen que una familia acomodada vea como en cuestión de dos meses su dinero ahorrado vale una pequeña cantidad equivalente a un par de zapatos.

NOTA: Kleber decide mantener el horario de Río de Janeiro (???). No duerme a las horas de dormir, tiene sueño a deshoras, etc.