Aquí un avance de mi cuaderno de viaje, el de verdad, que es real y palpable, donde cuento todo lo contable, no como este blog, que lo tengo descuidado y sólo dejo caer algo no muy
desarrollado.
Me encanta la forma que va tomando una
Moleskine cuando envejece.












Ahora, y como me viene ocurriendo desde hace tiempo, tengo la necesidad de producir y producir sin parar, ya sean
fotografías, escritos, etc. Procuro anotar todas las nuevas ideas, que son muchas y relevantes, en estos cuadernos para desarrollarlas a mi vuelta.
Aquí posando, con mi nuevo corte de pelo made in Asia, pero lo que ocurrió y cómo ocurrió en la peluquería son otra historia.