22 de enero de 2008

Australia. 3 dias en el desierto. Dormir al raso

Hombre, uno no ha cogido un tour deluxe, pero no se esperaba esto. El alojamiento y comida sí están incluidos, aunqeu vaya comida y vaya alojamiento.

Y, ¿qué alojamiento es? ¿Sin techo? Se ven las estrellas, ¡que bien!

La cocina con todo lujo de detalles.


Y digo yo, ¿no es peligroso dormir al raso en el desierto, sabiendo que mil peligros acechan? Aqui tenemos a Jerry, un genial componente del grupo, con el libro "los animales mas peligrosos de Australia".

Serpientes de las más venenosas, arañas con pelos, lagartos, perros y gringos rondan por aquí. A pesar que el saco australiano para dormir es muy robusto y esta fabricado a prueba de bichos, no hay quien duerma ahí dentro con tanto calor. La primera noche uno tiene miedo y se arropa todo lo que puede, pero la segunda noche el cansancio es tal que se puede dormir a pierna suelta sin saco ni nada. ¿Y si viene una serpiente? Que venga...

¡Y qué divertido fue! La verdad que el grupo no paraba de gastar bromas, reír y beber cervezas (pondré una foto del conjunto pronto).

Australia. Excursión 3 días por el desierto

Pues eso, 3 días por el desierto acompañado por un extraordinario grupo de 20 personas y el guía/conductor, "el único guia nativo de Alice, habéis tenido suerte", decía. Su nombre es Beej y es un tipo muy auténtico, todo un Cocodrilo Dundee que lo mismo cogía una serpiente como se ponía a cocinar con un afeminado delantal.

Aquí una foto durante las largas horas al volante, con largas rectas también. Fue rarísimo verle torcerlos brazos para girar el autobús, recto, recto, recto hasta el infinito.

El primer día visitamos Kings Canyon, a las 13:00 (!!!) 45 grados a la sombra y sin puestos de suministro de agua, tan sólo al inicio del trekking, y agua del tiempo, o sea, a 45 grados.

El calor era aplastante, brutal, letal. De hecho un par de taiwanesas apenas aguantaron 5 minutos! 5, señora, ¡cinco! Claro, son MADE IN TAIWAN. Otro joven que empezó rápido sufrió una lipotimia a los 15 minutos.

Y realmente tengo que decir que no son condiciones para hacer un trekking, a estas horas y por estos peñascos. Eric, un ingles que decidió seguir, se estaba derritiendo literalmente, yo pensaba que se convertía en tranchetes, y es que tanto jamon York y el sol que tienen por allí, pasan factura.

No es que yo sea un fondista keniata, pero esto de tener sangre española se nota, y mucho, a la hora de soportar el calor. Yo también sufrí, pero nada en comparación con los europeos del grupo.

Estuvo bien el primer trekking, con imágenes muy buenas del desierto.

En la siguiente parada del autobús, todo el mundo compro refrigerios necesitados, que aquí venden a precio de oro. 5 AUD por una botella de agua. De hecho bastante mas cara el agua que la gasolina. Y no decir del precio de internet: 12 euros la hora, ¡toma ya!

Australia. Sin sombra

Andar rondando estas latitudes tiene varios efectos, como por ejemplo ver un cielo completamente distinto del visto hasta ahora en el hemisferio sur (es raro la primera vez, desconcierta un poco, y bastante más feo que el norte, tengo que decir). Y otro efecto secundario es que a una hora concreta del día, uno se queda sin sombra. ¡Juas!

Si alguien tiene dudas acerca de si la gente camina cabeza abajo en Australia, en principio diría que no he visto a casi ninguno andar así.

¡En globo al fin!


A la lista de transportes utilizados en lo que llevo de viaje, a saber: avión, tren, autobús, metro, teleférico, tobogán, autobús-cama, bicitaxi, lancha, tractor, camión, 4x4, elefante, barca inflable, moto-taxi, rickshaw, tranvía, tuk-tuk, moto y kayak, ahora tengo que sumar... ¡el globo!

pasí otro de los sueños que tenia pendiente desde hace demasiado, y qué mejor sitio que desvirgarme que en el desierto de Australia.

A las 3 y media de la mañana hubo que estar en pie para coger algún aire del desierto y poder volar.


La experiencia genial, aunque eché en falta los paisajes tan espectaculares que vi desde el avión. La única pega es el calor tan intenso que abrasa sesos y espaldas cuando el piloto enciende el soplete, o sea, cada minuto. Salvo por esa incomodidad, paseo perfecto, sin ruido ni perturbaciones.

Y canguros habían. Oh, my god. SO FAST!!! ¿Cómo pueden dar botes tan, tan rápidamente esos bichos? Dice que alcanzan los 60 km/h fácilmente, pero verlos tan rápido la verdad que asombra.

Después champagne, queso y esas cosas tradicionales que acompañas al vuelo en globo. Cómo no, el piloto enseguida monto una oficina de facturación en medio del desierto, sacando una mesa plegable y un dispositivo para cobrar por tarjeta. ¡Toma ya! Id pasando uno a uno que os voy a sacar los dolares, vino a decir.

A las 8:00, de vuelta y fin.