Pues eso, 3
días por el desierto
acompañado por un extraordinario grupo de 20 personas y el guía/conductor, "
el único guia nativo de Alice, habéis tenido suerte",
decía. Su nombre es
Beej y es un tipo muy auténtico, todo un Cocodrilo
Dundee que lo mismo
cogía una serpiente como se
ponía a cocinar con un afeminado delantal.
Aquí una foto durante las largas horas al volante, con largas rectas
también. Fue
rarísimo verle torcerlos brazos para girar el
autobús, recto, recto, recto hasta el infinito.

El primer
día visitamos
Kings Canyon, a las 13:00 (!!!) 45 grados a la sombra y sin puestos de suministro de agua, tan sólo al inicio del
trekking, y agua del tiempo, o sea, a 45 grados.

El calor era aplastante, brutal, letal. De hecho un par de
taiwanesas apenas aguantaron 5 minutos! 5,
señora, ¡cinco! Claro, son
MADE IN TAIWAN. Otro joven que
empezó rápido sufrió una lipotimia a los 15 minutos.

Y realmente tengo que decir que no son condiciones para hacer un
trekking, a estas horas y por estos
peñascos.
Eric, un ingles que
decidió seguir, se estaba derritiendo literalmente, yo pensaba que se
convertía en tranchetes, y es que tanto
jamon York y el sol que tienen por
allí, pasan factura.

No es que yo sea un fondista
keniata, pero esto de tener sangre
española se nota, y mucho, a la hora de soportar el calor. Yo
también sufrí, pero nada en
comparación con los europeos del grupo.

Estuvo bien el primer
trekking, con
imágenes muy buenas del desierto.

En la siguiente parada del
autobús, todo el mundo compro refrigerios necesitados, que
aquí venden a precio de oro. 5
AUD por una botella de agua. De hecho bastante mas cara el agua que la gasolina. Y no decir del precio de
internet: 12 euros la hora, ¡toma ya!