Pero no todo fue tan bueno, a partir de aquí se acabaron las duchas, la calefacción y las tazas de wáter. Por la noche hay -15 grados en el campo base del Everest, dormí con camiseta, manga larga, jersey, dos mantas y dos edredones. Y los aseos son... ¿aseos?
No hay agua corriente y en la última noche hasta se fue la luz.
Lo que se echa de menos el cuarto de baño de casa.
Y estas barbas mías siguen creciendo y creciendo.
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