13 de noviembre de 2007

Nepal. Rafting

Dicen que Nepal es el sitio más barato del mundo para practicar deportes de riesgo de calidad, y parece ser verdad. Me quedé con las ganas de probar el segundo puenting mas alto del mundo situado en un valle verdaderamente precioso.

Hoy toca un poco de rafting. Un pelín peligroso pero divertidísima actividad. El río, llenito de rápidos, alguno que otro muy puñetero. Yo no caí al agua en ningún momento, pero otros miembros de la embarcación sí. Sobrevivieron todos.

Aquí el equipo al completo, formado en su mayoría por malayos de brazos cortos no óptimos para el remo.

Y una foto con esta monísima y diminuta malaya...

Nepal. Trekking

Nepal, el país de los trekking, donde acuden los que tienen semejante actividad como afición. Habrá que probarlo, pero que sea un trekking cortito que no quiero gastar días ni energías caminando por montañas. Ciertamente los paisajes son extraordinarios, pero a mí me aburre aún más estar 8 horas al día andando y sin otra cosa que hacer.

La ruta elegida, la que acaba en el campo base de los Annapurnas, aunque no llegaré hasta allí, me iré deteniendo en el camino según vea. Si hay un precioso paraje donde dormir con vistas de valor mil, allí me quedo.


Hay un poco de calima y no se ven todas las montañas. Las que sí se ven son espectaculares, hay que mirar hacia arriba para verlas. Pero a la mañana siguiente, ¡oh, sorpresa! detrás de las gigantescas montañas de ayer había aún otra más alta, que ahora aparece a lo lejos elevándose por encima de lo terrenal.

Exactamente lo mismo ocurrió la noche siguiente, cuando por la mañana apareció de la nada el Annapurna I, de más de ocho mil metros. Divino, un lugar inolvidable en el que sentarse a disfrutar es lo mejor que uno puede hacer. Como curiosidad cuento que dicho alojamiento cuesta 0,50 euros la habitación doble por noche (¡0,25 euros por cabeza!). No tiene ningún tipo de lujo: no hay agua ni electricidad, pero si ratones por la noche, pero poco importa eso a estas alturas.

Las gentes que viven allí arriba en las montañas son seres flacos y ligeros, pero muy curtidos. Lo que mas me llamó la atención sin duda fue la manera en la que los niños suben y bajan las tremendas cuestas con una facilidad pasmosa, descalzos, como si estuvieran corriendo por los prados y estuvieran inmunes a piedras, mal de altura y terreno en mal estado, cuando uno va subiendo poco a poco, con mucho esfuerzo y en estado calamitoso. Increíble, de verdad, ¡que naturaleza! Y también las personas mayores, cargando peso, también descalzos. Supongo que de pequeños habrían sido como los niños que antes comento.

Y qué decir de los porteadores, los serpas que uno puedo alquilar para que carguen el peso extra. Una raza especialmente adaptada a la altitud que pueden subir sin ningún problema. Verlos en acción es ver y aun así no creer como puede ser posible que caminen por estos lugares tan rápidamente y algunos con tan sólo unas sandalias, otros incluso sin nada en los pies.

Nepal. Desayuno, lassi y nepali set

Creo que durante la mayoría de los días de mi estancia en Nepal me alimente exclusivamente de: desayunos en terraza, lassi (bebida parecida a la leche, pero con un sabor fuerte) y nepali set (típica comida de Nepal, consistente en arroz con varias salsas, verduras y a veces pollo). Ríquisimas las tres cosas.

Nota: los nepalíes comen con las manos, incluido el arroz, etc, cosa que es bastante repugnante. Nota a "nota": la mano utilizada es la derecha, la izquierda es para lavarse cuando utilizan el water.
Nota a"nota a la nota": no usan papel higiénico.

Aquí un momento lassi, con mis barbas cerca del punto máximo.

Aún me queda mucho camino alcanzar este aspecto local, ¿verdad, amigo?

Mira como se ríe...

Nepal. Desayunos en la terraza ajardinada

Ya sé que ir a un hotel, si además este es relativamente bueno, no es un procedure muy mochilero, pero yo tampoco soy mochilero, soy todoterreno y de vez en cuando me gusta un hotelón.

He aquí un fantástico hotel por 6$ cada uno en habitación doble, antes de negociación, bastante caro para lo que se paga aquí, pero ahora lo necesitamos. Lo mejor, sin duda, es el desayuno en la terraza ajardinada del quinto piso. ¡¡Ohhhhhhh!!! Qué gran momento del día; vale oro levantarse por la mañana, abrir la puerta de la habitación, andar unos pasos y sentarse en la genial y soleada terraza en el centro de Katmandu.

Curiosamente hay un hotel contiguo, similar en calidad, que decidimos probar un día. Ahí desencadenamos una espiral de competencia entre los dos hoteles, que ahora se pelean por tenernos como huéspedes. El segundo hotel nos ofreció dormir por 2,30 euros la noche por persona en habitación doble. Bien. Inesperadamente, el primer hotel contraataco al día siguiente:

-Hello, sir. I can offer you same price for your room (en bajito para que no se entere nadie).

Ok, nos volvemos a cambiar. Ahora tenemos la misma habitación del primer día pero mucho más rebajada 2,30 euros por cabeza y hasta con jabones! Día tras día, nos hacen la pelota ambos por retenernos, incluso hemos decidido jugar a conseguir la tarifa mas baja posible.

Es muy triste ver cómo grupos de turistas europeos llegan con el hotel reservado "desde casa", pagando unas cantidades mucho más elevadas por el mismo servicio. La mejor opción es venir aquí y negociar el precio.