9 de marzo de 2008

Tahití.

Llegada a Tahití. No falta, de nuevo, el recibimiento típical tropical:

Oh, pero qué feo es todo esto, ¿no? Papeete es un lugar horrible. ¿Dónde estan las playas? Me decepcionó enormemente la primera impresión, que es difícil de cambiar. Al llegar a Papeete se puso a llover enérgicamente y mi búsqueda de alojamiento se complicó, pero di con una encantadora mujer de un supermercado que me llevó en su coche hasta la puerta del hostel TE AMO, donde pasé la noche.

Tahití roza lo tercermundista, pero con precios del primer mundo. ¡Qué barcaridad! Ya me habían avisado que Polinesia Francesa es un lugar exageradamente caro, pero no imaginé qué tanto.

Aquí la gente habla francés, hay cafés, croisants y rues. Pan también, cosa que se agradece después de tanto arroz. También perlas negras, en ningún otro lugar del mundo existen.


Todavía si es bonito, vale. Yo no he venido aquí para ver este panorama, yo quiero playas de postal. ¡Exijo playas 10 YA! Me impactó tan negativamente el ambiente de Tahití que a la mañana siguiente fui a la oficina de Air Tahiti para comprar el próximo vuelo a Bora Bora, como en las películas, porque soy así de chulo.

Y así fue, horas más tarde estaba en... tachán......

...BORA BORA... Uhmm.