10 de abril de 2008

Río de Janiero. Cristo Redentor

La imagen más conocida de Río es el Cristo Redentor, la escultura Art Decó más grande del mundo y una de las nominadas a las 7 maravillas modernas. A mí no me pareció espectacular de ninguna de las maneras, es más, las dimensiones del cristo estando allí son realmente diminutas. No me explico bien cómo se ve tan grande en las postales.

Turistas no faltan, no.

Algunos de ellos anaranjados, como debe ser.

Lo mejor del lugar son las vistas de la ciudad entera. Supongo que son sol la cosa gana en colorido, pero hoy toca nubes.

Quizás sea el mejor emplazamiento posible para fundar una ciudad: al lado del mar, con playas de lo mejorcito (Copacabana e Ipanema son playas 10), entre varias rocas que le dan un encanto especial y con mucha vegetación alrededor. Además está en latitudes tropicales, muy importante cosa es.

Se acerca el final

He decidido demorar mi regreso una semana más; Río de Janeiro mola y Móstoles no es nada tropical.

Os aviso para que os de tiempo a preparar las pancartas de bienvenida: llegaré el sábado día 19 de abril a las 09:50 a la terminal 4s de Madrid-Barajas con vuelo de Iberia Río de Janeiro-Madrid.

Me reconoceréis por mi esbelta figura. Se agradecerá la presencia de todos.

Por favor, haced que mi vuelta a la realidad no sea demasiado cruel...

Camino hacia Brasil, el país de los traseros pomposos

25 horas de autobús (nada que ver con los envidiables autobuses de Argentina) desde Foz do Iguazu, cuando compré el billete de autobús me dijeron que tardaba la mitad que eso. Llego a Río de Janeiro.

Pongo así pie en el país de las frutas, el fúlbol, las playas, las brasileñas y los respectivos culos de las brasileñas.

Pobre de ti, mujer, si eres brasilenna y no tienes buen aspecto: encláustrate en casa, muere o emigra, aquí no tienes nada que hacer. Neumáticas chicas es lo que puedes encontrar en cualquier anuncio (que rozan lo pornográfico), da igual de lo que sea y si enciendes la televisión las verás, además, moviendo todo lo movible. Alegría, alegría! Y es que no hay duda que el clima, que es tropical, influye radicalmente.

Ni qué decir tiene que aquí están los mejores dentistas y cirujanos estéticos del mundo conocido, y no les falta trabajo.


Lo primero que vi al llegar fue el sambódromo donde se celebran los desfiles de carnaval. Políticos de Espanna, para cuándo un sambódromo? Bien sabido es que da alegría, multiplica la festividad y merma el aburrimiento. También el apolillamiento. QUEREMOS UN SAMBÓDROMO YA.

Pues eso, que Río no está nada mal, aunque quizás en este momento sea un poco peligroso por la epidemia de dengue. La cosa no es ninguna broma. Qué miedín cada vez que veo un mosquito...