19 de marzo de 2008

Adiós con pena, Isla de Pascua.

Con un vuelo, mejor que a nado, abandoné la isla misteriosa para dar un salto a las Américas, poniendo así pie en el último continente que me faltaba. 5 continentes antes de los 30, más vale tarde que nunca.

Antes me despido de Isla de Pascua.

De las señales de STOP, que sabido es aquí dicen PARE. Un chileno me preguntó, sorprendido al ver que me llamó la atención semejante señal "¿pero qué pone en España?". "Pone STOP", respondí." "¿STOP? ¡¡¿Cómo puede ser eso en la cuna del castellano?!!" Ciertamente tiene toda la razón. Hay que cambiar las señales de STOP de España YA. Si me dejaran a mi pondría algo así como DETENGA SU AVANCE.

Adiós, imponente Moais.

Adiós, alojamiento traquilo.

Adiós, encantadora mujer 100% indígena.

Adiós, niño del taxista.

Adiós, pareja de noruegos. Bueno, es un hasta pronto porque nos veremos en Santiago.

Adiós, espantapájaros y hombre de hojalata (...)

Más Isla de Pascua.

Aquí algunas imágenes randomonas de Isla de Pascua:

Un gran moai tumbado. De los más grandes. El "sombrero" rojizo es de tamaño más que considerable.

Isla de Pascua también tiene una playa, que no está nada mal.



El atardecer es el momento más mágico, cuando más impone la presencia de las figuras.

Y al fondo el omnipresente océano Pafícico, desde aquí infinito en todas sus direcciones.



Un lugar que quita el hipo. Recomendable +++.

Isla de Pascua. Ernesto.

En el mismo aeropuerto de Tahití, poco antes de tomar un vuelo a Isla de Pascua, me encontré de nuevo con Darío, aquel viajero (auténtico viajero) d e 95 países, que ya lleva 98. "¡Y no me enviaste la foto!" me recriminó con razón nada más verme. Cierto, mil perdones, pero a mi paso por las islas del Pacífico apenas usé internet. Él viaja ahora a Los Ángeles, pero su amigo Ernesto, de Uruguay, lo hará en mi avión.

Fue corto, pero muy intenso y divertido compartir contigo, Ernesto, la estancia en Isla de Pascua.

Decir que este uruguayo está dando la vuelta al mundo en 30 días, por razones que no vienen a cuento. Pero es un viajero valiente y atrevido. Aquí le vemos en esta imagen que se me presentó mientras esperaba la cola para facturar. A la izquierda, un grupo de japoneses siendo instruidos por el guía de turno. Todos escuchando con atención al guía, que les da masticados todos los procedures, consejos, los papeles en orden, dónde ir y qué decir. A la derecha, Ernesto, buscando el billete en su caótico equipaje, viajando con billete sólo de ida, aun sabiendo que será muy difícil salir de Isla de Pascua a Santiago porque está todo llenísimo hasta vete tú a saber cuándo (yo llamé en diciembre y ya estaba completo). Pero Ernesto es de los míos, no teme a esas cosas. Sin duda prefiero su manera de viajar que la de los nipones. ¡Olé por ti!

Y claro, como su paso es fugar por cada lugar, aún no le dio tiempo de quitarse el sombrero chino. Aquí le vemos en las calles de Isla de Pascua.

Y en esta otra aplicándose la "crema curativa y vitaminada del doctor Selby", que lo mismo vale para quemaduras como para heridas o cualquier otro mal digno de remediarse.

¡A mi estas cosas me encantan! Asegura usarla durante toda la vida, y funciona, a pesar que alguien lo analizó y dijo "¡pero si eso no tiene más que vitamina A!".

Espero coincidir contigo en algún lugar del globo en los futuros.