15 de noviembre de 2007

Haidee y Taj

He aquí una autentica viajera, la australiana Haidee.

Compartimos penurias el día del Taj Mahal y pasamos también el día siguiente en Delhi. Me cuenta que estuvo viajando durante 10 años, ganando dinero mediante la venta de productos que iba comprando allá donde iba y que después vendía en un mercadillo una vez al año en Australia. Después hizo un parón cuando nació su hijo Taj. Ahora tiene una casa y puede seguir viajando indefinidamente alquilando su casa.

Sin duda una persona valiente, porque viajar con un niño de 4 años es una verdadera carga. Y no va a algún país normalito, nada menos que a India!! Desde luego el que no viaja es porque no quiere; no hay excusas. Olé por ti, Haidde.

Nota: su hijo se llama Taj, y por primera vez visita el Taj Mahal.

India. Taj Mahal

No fue fácil llegar desde Delhi a Agra, ciudad que pisa el Taj Mahal. Decidí coger un autobús que te lleva desde Delhi por la mañana, te pasea por algunos templos, por supuesto el Taj Mahal, y después te deja de nuevo en Delhi. 5 horas de viaje de ida y otras 5 de vuelta. Parece cómodo y sencillo, ¿no?

280 rupias por el tema(algo mas de 5 euros, carillo).
6:30 Estoy en el sitio acordado el día anterior con la agencia que me despachó el billete, pero en dicha agencia sólo hay un individuo durmiendo en mitad del suelo (!?#). Moví un poco ese bulto humano con el pie y se despertó, gritándome algo que no entendí.

Aquí los autobuses no tienen numero ni horario, todo funciona hablando con la persona adecuada, que te dirá donde debes ir, donde debes montar y quien te esperara en el lugar del destino. Todo suena tremendamente mafioso. En cualquier caso pocos minutos después apareció un hombre. "Sígueme", dijo.

En el autobús viajan solo indios, exceptuando dos chicas inglesas, que se quedaran por el camino, una australiana que viaja con su hijo (después hablare de ella), y yo. También había algunos pasajeros de Bangladesh. El viaje se hace eterno, pero en un momento dado ocurre algo extraordinario: el guía se acerca a nosotros y dice que nos bajemos y sigamos a otro individuo. Una vez en tierra, la australiana, su hijo y yo, nos vemos subidos en un rickshaw con un desconocido que no sabemos donde nos lleva. Stop, ¿dónde vamos? Explicaciones dudosas y no claras recibimos. Ok, stop, déjate de cuentos. Queremos volver al autobús YA.

Una vez encontrado el autobús, que no fue fácil, hablamos con otro nuevo guia que descansa en el interior para que nos aclare que pasa. Un momento... si tuúeres el guía, ¿quién era la otra persona que nos mandó bajar del autobús antes? "Ah, no, no, ese era un farsante..." ¡Cómo que un farsante! ¿¿¿Cómo es posible un guía falso dentro de tu propio autobús??? Esto es increíble, INCREDIBLE, yo no salgo de mi asombro.

Durante el largo día, el autobús cambio de guía tres veces, siendo el más curioso de todos ellos el último, un tiarrón enorme de mucho cuidado con pintas de enterrador, que hablaba a través de un micrófono de muy mala calidad con sonido totalmente distorsionado, en indi. Puedo catalogar la escena de absurdo máximo.

La australiana y yo no paramos de quedarnos con los ojos abiertos después de estar todo el día para llegar al Taj Mahal, superando jaleos, desordenes y gente pesada, en Agra son realmente pesados. Todo el día significa desde las 6:30 hasta las 3:30 del día siguiente, unas cuantas horas excediendo el horario previsto, pero el concepto de horario en India no existe.

Aquí una foto de acosadores vendedores en acción al ver una rendija de una ventanilla abierta. Imagínese el ataque al salir del autobús. Acabé bastante harto de tanto pesado y timador cuando me mandaban de un sitio para otro en la entrada e incluso tuve que dejar mi preciada mochila fuera. Al final uno acaba dudando de cualquiera que le pide dinero, por ejemplo un individuo que pasa por el interior de un autobús cobrando el ticket: ¿es el revisor de verdad o es un cualquiera? Es uno de estos momento en los que India te parece una basura y odias India y a sus mil millones de indios. Decidí cerrar el monedero y no abrirlo bajo ningún concepto, hasta aquí hemos llegado. Así, no pagué un minibús que te llevaba a la puerta del Taj Mahal, ni al señor que guardaba los zapatos (hay que entrar descalzo), ni incluso a la consigna donde dejé mi mochila. Y no es por las cantidades, que son irrisorias.

Finalmente el Taj Mahal. Sin comentarios, simplemente sobrenatural.


La primera impresión al verlo desde lo lejos es que no parece una cosa material, como si estuviera pintado en el horizonte. Después uno comprueba que es real, un mazacote de mármol, mármol por todos lados. El interior es pequeño y oscuro. Muchos dicen que es el edifico mas bello del mundo, aunque para mi gusto la catedral de Burgos tiene maá miga lo mires por donde lo mires.

India. Couchsurfing in Delhi

Let's test couchsurfing in India, why not? It's really one of the best inventions in last times. I recomend to everyone (http://www.couchsurfing.com/)

I stayed two days at Iddo and Maya's home, a big and new house in the richest area of Delhi. So it's easy imaging that my approach to indian enviroment was really soft, first at all a few weeks in Nepal (it's not India, but i can say it's the India's lobby), and now two days out of the center of Delhi. I was lucky to avoid the hard crash to go to Delhi core directly.

Nice to meet this couple of citizen of the world, who com from Israel, have traveled so much and now expend their days in India. Thank you to offer me that great room, to be honest it was better than a hotel, with bathroom, bath soup, body wash, toilets and all necesarry stuff to be confortable. Even with a woman who clean and make food! You're welcome if you come back to Madrid in the future, no doubt.

Thanks also to the canadian and cheff guy who arranged to get ready the dinner. Really interesting way of travelling, once more travellers surprise me again and again. He started his trip a lot of months ago and he's looking for a great place in the world where live and develop his profession. Of course he needs traveling far and far before to learn about the finest cooking and customs of each country.

Superb experience!

Llegada a India

Mi visita a India será fugaz en este viaje, pero volveré, volveré en el futuro. Mi intención es tener una primera impresión de este país, que más que país es un subcontinente, y aprovechar para coger un vuelo después a Hong Kong.

Qué voy a contar de India... Aunque cueste creerlo, India esta en el mismo planeta que el resto de países, pero parece evolucionar en paralelo y sin muchos nexos con el resto del mundo. 'ALL IS POSIBLE IN INDIA, MAN', ¡y cuánta verdad! Es un lugar donde te puede pasar lo peor, llegar a desesperarte y odiar a todos los indios, que son muchos, pero al instante tienes que rendirte a sus pies por la genialidad de todo lo que en India puede ocurrir.

Hay que decir que Delhi es una ciudad sucia. Cuando digo sucia, quiero decir muy, muy, muy sucia, de hecho desde ahora tengo un nuevo concepto de lo que significa la palabra suciedad. No entraré en detalles sobre los olores y las condiciones higiénicas que uno puede ver por aquí, pero puedo asegurar que no se parece a nada de lo visto hasta ahora.

Otra característica es la cantidad de gente pesada que te acosa a todas horas y en todos los lugares intentando vender cualquier cosa o comiéndote la cabeza con historias. No es fácil ser inmune por mucho tiempo a semejante ataque, porque es ataque continuo y tenaz. Uno tiene que intentar mantener la compostura, aun cuando te están tocando por todos lados gentes con pintas calamitosas que vete tu a saber las enfermedades que portan.


Bienvenidos a INCREDIBLE !NDIA.

¡Namasté, Nepal!

Las vistas desde los aviones siempre son una sorpresa. Aquí las montañas del Himalaya, el techo del mundo, elevándose por encima del mar de nubes.

Dejo una curiosa foto, tomada en una oficina, donde en vez de hacer caso al cliente, pasaban olímpicamente y se dedicaban a jugar a las cartas (!!!). En serio, les hablabas y seguían con su partida; ni te miraban...

Venga, que me voy de Nepal. Namsaté, que también significa Adiós. ¡Adiós, desayunos!