La gente, que nunca había experimentado tal cosa, quedó maravillada al ver el agua acercarse de manera tan bonita, tanto que se pararon a contemplar y a hacer fotos. Nadie avisó, era fin de semana y el gobierno no trabajaba. Murieron miles de tailandeses y turistas, como es sabido.
Destruyó completamente Ko Phi Phi, tan solo sobrevivieron aquellos que se subieron a un cocotero o huyeron por las montanas. Aún hoy la mitad oeste de la isla esta devastada y el resto continua arreglándose.
Por suerte, si otro tsunami similar ataca esta zona, existen vías de evacuación y sistemas de alerta temprana, con lo que habría tiempo suficiente de huir a zonas seguras antes que la ola alcance la costa.