2 de enero de 2008

José san retransmitiendo

Mucho ambiente de nochevieja no había por aquí, ya me veía entrando en el año nuevo al estilo Mr. Bean. Encontré un lugar donde celebraban una fiesta un tanto alejada de las costumbres de siempre. ¿Que harán aquí a las 12 en punto? Un misterio, la verdad que tenía curiosidad. Nada especial, cuando faltaba algo así como un minuto, subió una orquesta con tambores al escenario y enseguida se escucho "two, one... happy new year!!!" ¿Ya? Me ha pillado desprevenido. ¡Ni siquiera dijeron el tres! ¿Y los cuartos?

Conocí a dos japonesas , aunque a la una de la noche ya estaba todo cerrado y nos tuvimos que despedir. Nos vimos al día siguiente.

Aquí Yoko y Yoshi, made in Japan, con sus increíbles y extrañas cosas que caracterizan a los japoneses, además de la educación y respeto absolutos.

Al ver esta foto, Yoshi no se fijo en la imagen, sino en la marca de mi cámara, y dijo "Canon, oh! it's japanese... THANK YOU!!!" (totalmente ilusionada).

Nunca vi tanto interés y devoción en alguien a ver mi cuaderno del viaje. Les encanto. Lo miraron entero, todos los detalles y le hicieron unas cuantas fotos. Al momento tenía dos fans enfervorizadas. Me alegra saber que, aunque esta escrito en castellano, es consumible por gentes de otras lenguas por si estilo visual.

Bueno, fotos hacían a todo, a la comida también (no soy el único), con sus impresionantes teléfonos móviles venidos del futuro. Aseguro que uno de ellos tenia una pantalla enorme con una calidad de imagen fuera de lo normal. Si hace 3 años cuando estuve en Japón ya estaban todos viciados con los móviles, en la actualidad no puedo ni imaginar cual sera el grado del uso de móvil por allí.

Además me bautizaron, no solo como José san, que así me llamaban continuamente, sino con otro mas elaborado que tardaron tiempo en ajustar. A saber: sailor world. JO (kanji de algodón y viento, que significa navegante) y SE (kanji de mundo). También rebuscaron por ahi, en aplicaciones del móvil, para ajustar mi apellido. Todo ello lo apuntaron en el libro de viaje, con dedicatoria incluida, cosa que agradezco enormemente.

Gracias a vosotras también por estos momentos. La verdad que disfrute mucho conociendo sobre Japón a través de estas chiquillas. ¿Chiquillas dije? Como muchas asiáticas, deben tener algún secreto contra el envejecimiento, estas tienen 31 y 39 años, caramba (!!!). Doy fe que no les echaba mas de 22.

Me alegro de tener dos nuevas amigas japonesas tan requetemajísimas.