9 de noviembre de 2007

Camiones TATA

Aquí una de las muchas genialidades made in India: los robustos y ornamentados camiones TATA.

Tengo que reconocer que me he hecho un fan de estos camiones.

80 días

Han pasado más de 80 días desde que empezó mi viaje. Puedo decir entonces que he superado a Phileas Fogg!!!

El balance del viaje hasta ahora es enormemente positivo. Infinidad de impresiones e ideas nuevas recibidas contínuamente, y digo contínuamente, día tras día que hacen necesario unos días de relax total para procesar y pensar en las sensaciones vividas.

Me siento con mucha energía, tanto física como mental, para afrontar nuevos retos del viaje.

Ahora soy tremendamente observador con los pequeños detalles que veo en cada persona o cosa, faceta muy útil que es buen complemento de la intuición. También soy cada vez más todoterreno, no haciendo ascos a cochambrosos alojamientos o extrañas comidas. Además... cada vez hago menos uso de la maquina de afeitar.

Echo de menos algunas cosas de mi querida España, aunque cuando hablo con la familia y amigos y me dicen 'por aquí todo sigue igual, sin novedad' me siento afortunado de estar viviendo todo lo contrario: 'por aquí cada momento es una sorpresa nueva, novedad total'. Si echas un vistazo a la prensa nacional, más de lo mismo: ETA, vivienda, hipotecas y política.

80 días ya, y lo que te rondare, morena.

¡Hasta pronto, Ángel y Jean Michele!

Momento de despedidas. Primero se fue Jean Michele rumbo a Vanarasi. ¡Encantado de haber disfrutado estos últimos días de tu compañía! Sin duda un muy buen compañero para viajes. Espero que no sea el último, my friend. Aquí el francés disfrutando de uno de los desayunos de-li-cio-sos:

Y después le tocó el turno a Ángel, aunque más bien será un hasta luego, porque espero verte dentro de nada. No nos olvidaremos fácilmente de los momentos en China y las mil anécdotas vividas en estos dos últimos meses, jua, jua, jua. ¡Nos vemos en Tailandia, compañero! Aquí Ángel posando junto a su peculiar regalo; ¿¿quién en su sano juicio puede regalar una naranja no madura??? No comentarios, de momento...

Nepal. Autobus infernal

De Pokhara a Katmandú, en autobús. Existe un autobús para turistas que ya probamos en la ida. Ahora vemos un autobús para nepalíes que sale ya mismo, con lo que llegaremos mucho antes a Katmandú. Uhmm..cojámoslo, ¿no?

¡¡¡En qué hora cogí semejante tartana!!! 10 horas de viaje, última fila con asientos de respaldo de menos de 90 grados, desencajados y lleno de nepalíes hasta arriba (cuando digo hasta arriba quiero decir que arriba también viaja gente, por supuesto). Realmente condiciones infrahumanas que uno cree inicialmente que podrá soportar pero que minuto tras minuto se convierten en una agonía. El asiento de delante esta roto, contacto físico continuo con el resto de pasajeros, que ocupan pasillo y cualquier minúsculo hueco como si jugaran al tetris; parece el camarote de los Hermanos Marx.

Vaya tartana, vaya tartana de autobús. Comienza el malestar, el sueño profundo y las ganas de salir de esta calamitosa situación cuanto antes. El espacio es verdaderamente limitado para mi esbelta figura.

En una parada:
-¿Cuánto tiempo durara esta parada? -Pregunto.
-Quizás 30 minutos, quizás tres horas.
-¿Quizás tres horas? No, no puede ser verdad. ¿Para qué hacen falta tres horas?
-Tranquilo -y aquí es cuando suelta la frase del día-, ENJOY NEPAL.

ENJOY NEPAL, ¡toma ya! Finalmente duró la parada algo más de tres horas y otra vez dentro del autobús. No quiero subir de nuevo. Yo pensé que moría allí dentro.

Para amenizar las horas restantes no paraba de sonar cíclicamente una musiquilla típica de Nepal. Además dos de los pasajeros decidieron iniciar una disputa que termino en pelea a puñetazo limpio. ¿Alguna sorpresa más?

Finalmente el autobús llego a Katmandú. Desayuno, ducha y dormir, esta vez en orden inverso al habitual. Puedo decir que sobreviví al autobús, pero es una experiencia infernal que no recomiendo.