17 de octubre de 2007

Lhasa - Katmandú. Llegada a la frontera con Nepal

La cosa se fue complicando el ultimo día y tuvimos serios problemas para alcanzar la frontera. El guia se negó a llevarnos hasta allí, dándonos a cambio 10 euros para que nos buscáramos la vida. Al menos nos ayudo a buscar un Land Cruiser para el día siguiente a las 6 am. Es todo un lío, porque la carretera, por llamarla así, cierra de 8 a 20, y la frontera cierra de noche, justo al revés.

"¿Qué ocurre si hay algún problema o el conductor no aparece?"
"Don't worry. I've fixed all, don't worry", dice Jamba, o Samba, o Jumba o como demonios se llamase.

6 pi em: el nuevo coche no aparece. ¡Ja! ¡Lo sabia, lo sabia, lo sabia! Jean Michele pensó en hacer autoestop la noche anterior, pero el mismo guia le dijo que era realmente peligroso, sobretodo si se metía en un viejo camión cargado de piedras, ya que muchos se despeñan por los acantilados. Ahora, un rato antes de las 8:00, el guia propone ir en camiones. ?#$% Malditos chinos...

El guia consigue parar un camión que pasaba por allí, pero solo hay sitio para tres. Los ingleses se meten en el sin preguntar. Malditos ingleses...

Y ahora, ¿qué? La carretera está a punto de cerrar y estamos en tierra, sin el nuevo conductor, con el que no consiguen contactar. ¿Habrá tenido un accidente? Es lo mas probable, pero tanto al guia como al antiguo conductor no parece importarle mucho. Vaya, vaya.

Si hay que decidir entre jugarse la vida en un camión o esperar un día mas, yo prefiero lo segundo sin duda. Al final, por los pelos y justo en el limite de la hora, conseguimos parar un autobús de turistas japoneses, que se compadecen de nosotros, nos hacen un hueco y recorremos con ellos los 40 km hasta la frontera con Nepal.

Qué odisea, los 40 km se hacen eternos. casi 6 horas de viaje por caminos INCREIBLEMENTE NEFASTOS. De hecho el camino esta esta en construcción, pasando por pequeños ríos y cascadas. Vaya riesgo. No vengáis por aquí nunca, es la carretera mas peligrosa imaginable. Algunas curvas ponen los pelos de punta, y mirar los acantilados enormes que están justo al lado de la rueda.



Oye, mira, con estos peligros no hay quien disfrute a gusto de las vistas del lugar...

Venga, que ya casi estoy en la frontera con Nepal.

3 comentarios:

Lienzo tierra dijo...

Alucinante!
Pero aun me parece más alucinante el Everest. Tiene que ser una pasada, qué envidia!

Anónimo dijo...

Hola estimado amigo. Y también a ti, Mamen. Ando multiocupado así que tampoco puedo pasarme mucho por aquí, aunque hoy he sacado este ratillo. ¿Qué es eso de que vuelves al bodrio de Ana Rosa?¿Estás de coña?Los programas rosas es lo peor que ha dado la TV en este país en mucho tiempo. Cuando tenga más tiempo te envío algo para que no te sientas tan vacía,jeje. ¡Arriba ese ánimo mi pequeña amiga! Sobre el Everest...simplemente ver las fotos impresiona, pero seguro que, por lo que cuentas, la emoción de estar a los pies de la cumbre del mundo y sus paisajes produce esa emoción tan especial. Me alegro mucho de que tu viaje te produzca este tipo de sensaciones en lo positivo. Abrazos desde mi dimensión particular a todos y todas.

Lienzo tierra dijo...

Jajajaja, era por bromear un rato, pero es que te lo crees todo! ¿Tú me ves a mí viendo eso? el día que se así me empezaré a preocupar, y si me ves me pulsas el botón que me habrá salido en la espalda para resetearme el cerebro que seguro me habré quedado en "off".
Dios! qué sufrimiento, antes prefiero leerme todo los libros de física que me mandes.