Qué penita abandonar Rosine Masson, la verdad que es un lugar para quedarse una buena temporada.
Adiós, yates y bungalows.
Adiós, Polinesia Francesa.
Adiós, orondos polinesios.
Adiós, atardeceres (este lluvioso y con torbellino incluido).
Adiós, querida Bora Bora.
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