Tuve suerte de disfrutar de unos días magníficos, aunque también sufrí ese viento que te impide caminar en línea recta el último de los días.
Esta pequeña ciudad es linda, nada que envidiar a los más bellos pueblos de Suiza.
La sensación de estar en el fin del mundo es constante. ¡Y en verano no se pone el sol, señora! Me quedaron ganas de acercarme a la Antártida, que está a dos pasos de aquí, pero para otra vez tendrá que ser.
Se come bien, como en toda Argentina, no falta de nada, ni siquiera falta casino. Es un buen lugar para pasar unos días, si uno anda sobrado de tiempo.
Me encantó pisarte, Ushuaia.
1 comentario:
Parece muy bonito! Algun dia espero poder passar por Ushuaia... y visitar l'antártida... Bueno eso ya no se... porque con los precios que tiene...
Un saludo
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