1 de agosto de 2007

Agradecimientos III

Selegne y Bolormaa, chicas de Ulaanbatar con las que fue divertido pasar una tarde. Después pretendieron que pagara yo los aperitivos y refrigerios tomados, cosa que evidentemente no hice y ahí se acabó la historia.

José y Antón Alvar, españoles participantes del ya mítico Mongol Rally. ¿Seguís acumulando barbas? Os pediré consejo porque ese rally me está atrayendo mucho.

Rafael, Valenciano y único español residente en Mongolia. Toda una suerte haberle encontrado y haber pasado tan divertidos y festivos momentos por allí. ¿Qué tal se dio este invierno? ¿Hubo record de temperaturas negativas por allí?

Las chicas del Marco Polo, Ulaanbatar. Esas son fiestas animadas, y ellas saben cómo animarlas.

Michael y Enklee, canadiente él y mongola ella. Extraña pareja conocida en el transiberiano que nos fue de mucha ayuda a la hora de llegar a China. Doy fe que fue una proceso caótico.

Olga, de Cataluña, residente en Beijing y escribiente de un blog en el que cuenta su día a día en Beijing. Rara, rara, rara y le gusta.

Corinne y Nathalie, simpatiquísimas francesas de París y Lyon con las que compartí un par de días en Beijing. Espero volverlos a ver algún día.

Jocelyn, de Taiwan, compañera de habitación en Beijing. Muy divertida, aunque más divertido fue ver la cantidad de potingues con los que viajaba. El 90% del tiempo estaba frente a su espejo de mano. Por suerte no habla castellano.

Ángel y su novia, de Cataluña, curioso paseo por extrañas callejuelas de Beijing.

Aina, de Barcelona, que llegó a Beijing cuando yo me marchaba. Una pena no haber coincidido más tiempo. ¿Por dónde andas ahora? ¿Sigues de aquí para allá?

Ángel, de Leganés. ¿Qué voy a contar de ti?! Desde Beijing a Katmandú, también en Kuala Lumpur, Singapur, por tercera vez en Tailandia y hace unos días en Río de Janerio. Cero en tiquismiquis y pijerías y diez en improvisación. El compañero de viaje de más duración, con el que he tenido mil risas y situaciones inverosímiles. Él estaba en el mismo lugar que yo en muchos de los más increíbles parajes del viaje. Aún continúa su viaje. No vuelvas pronto que se está mejor por ahí... Por cierto, acabo de verte en una foto en un ventanilla de China para intentar comprar el desesperado billete de tren que perdimos, rodeado de chinos en aquella estación que era el infierno mismo.

Kleber, de Brasil, con el que viajé bastantes días en China y que volví a ver casualmente el último día en Río.

Jean Michael, de París, mon amie!! Compañero de viaje a través de Tibet y Katmandú. Decidido y seguro viajero con el que compartimos extraordinarios desayunos en aquella azotea del hotel.

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