1 de agosto de 2007

Agradecimientos IV

Ant, de Reino Unido. De los viajeros más auténticos, inmerso en su viaje de 4 años. Aún seguirá en India... ¡suerte en tu sueño de escritor!

Mark, galés. También un original viajero que fue compañía en aquella travesía de 5 días cruzando Tibet.

Rebecca, británica. Divertida y valiente, seguramente también ande por India aún. Qué valor...

Hilary, de Sudáfrica. Powerfull y seguridad son las palabras de esa gran intrépida treintañera que viaja sola por todos lados. Un lujo conocerte allá en los Anapurnas, en medio de la nada.

Victoria, de Rusia y la tripulación de koreanos haciendo rafting. ¡Qué divertido fue! Me apunto al próximo rafting.

Iddo y Maya, de Israel, ahora residentes en Delhi. Gracias por alojarme en vuestra casa y hacer más fácil y gradual la entrada en la selva que es India. La verdad que me sentí como en un hotel.

Haydee, australiana que viaja con su hijo de 5 años, Taj por India nada menos. Una viajera más que consagrada, con varios años de viaje a sus espaldas. Estuvimos solos antes el peligro en más de una ocasión siendo los tres únicos no indios entre vete tú a saber cuántos humanos. Ya pasó, ya pasó...

Karen, de Hong Kong. Descubrí lugares de la ciudad que de ninguna otra manera hubiera conocido. También comida cantonesa.

Ae, de Bangkok. Tu mirada tiene que estar en un museo y debe ser estudiada en profundidad. Qué barbaridad...

Chad, de Nueva York, con el que coincidí en Bangkok. También viajero revolucionario, es decir, que da una revolución o vuelta al mundo.

Or, de Tailandia. Qué bien elegías los mangos... Divertidísima compañía, un 10 a esta simpática, guapísima, sencilla sonriente tailandesa.

El Bosco, del País Vasco ahora pasando los días en Phuket y dueño del restaurante De Tapas Spanish Bar, que recomiendo. Un ejemplo de cómo vivir bien. ¿Para cuándo el manual del proceso?

Daniel, de Cataluña, tres cuartos de lo mismo. Envidia me dais de veros siempre en bañador. Eres muy afortunado.

Alex, de Cataluña, compañero en varios tramos del viaje que no se lo monta nada mal. ¿Por dónde andas ya? Qué buenos momentos en Singapur, Cairns y Buenos Aires. Te advierto que tu viaje se acabará algún día también, para que te vayas haciendo a la idea je, je, je.

Shyn, de Singapur, que nos enseñó nuevas zonas de la ciudad y nos bautizo como ciudadanos de Singapur al comer la fruta durian, que sabe a rayos. Ya no la volvimos a ver...

2 comentarios:

Flintstone dijo...

Qué mal huele el durian, eh, jejeje. Aunque lamento discrepar en que sabe a rayos... Esta riquísimo!

Naranja dijo...

Bueno, meses después conocí a un ciudadano de Singapur que afirmaba que era su fruta favorita, incluso tomaba helados de durian!!!

Es igual, aunque tenga en contra el testimonio de 1000 personas, seguiré defendiendo que esa "fruta", por llamarlo de alguna manera, no es humanamente comestible je, je, je.