2 de febrero de 2008

Australia. Melbourne.

Abandono Sydney, no sin antes hacer un par de fotos a los letreros del backpackers donde me aloje los últimos días.

Ejem... ¿qué significa esto? Pregunté. Nada, al jefe le pareció divertido. Ay, ay, ay... Josan, no alcanzan el nivel de los cuadros de aquel hotel que probaste, pero es para sospechar, ¿no?

Dónde me he metido...

Melbourne es más de lo mismo. Ahora es el Open de tenis de Australia y la que hay montada es buena. Me costó encontrar un sitio para dormir y finalmente lo hice cerca de la playa. ¿Playa relajante? No, nada de eso.

Y con estos chiringuitos playeros deluxe no hay quien disfrute a gusto.

Cogí un viaje para recorrer la conocida GREAT OCEAN ROAD y ver paisajes varios.

Con parada para comer tiburón, aunque a mi me supo a merluza. Fish and chips english typical:

Lo más bonito fueron las escenas de los 12 apóstoles. Intenté sobrevolar la zona en helicóptero, pero no hubo tiempo para ello.



Y koalas en libertad. Cuidadín, no pensar que son como ositos de peluche, suaves y cariñosos Son animales peligrositos, ¡no acercarse a ellos!


Y árboles antiquísimos:

Otras formaciones muy estéticas adornan al costa hasta Adelaide.

Aquí con Dario, un italiano hablador de mil idiomas que ha recorrido la nada despreciable cantidad de 95 países, y sumando. Todo un viajero experimentado. ¡Encantado de conocerte y compartir experiencias!

No estuvo mal el día.

3 comentarios:

PEPA dijo...

MMMMMMMMMMMMM, QUE RICO EL ITALIANO.... MMMMMM

Naranja dijo...

Uy, uy, uy... yo te lo presento y que sea lo que sea.
Por cierto, quien eres?

Elveranomaslargo dijo...

Vaya, a mi ese tipo de hotel me suena... Iban todos los backpackers varones en pelotas por las zonas comunes?